Encadenado a la abertura
de mi pupila.
Encerrado en el interior
de mi cabeza.
Estrechez de miras, límites
de mi naturaleza.
La línea del horizonte pone su linde,
eliges quedarte en su frontera
o ir más allá de ella.
Muerte al encadenamiento perpetuo,
vida a la mirada expansiva.
Cuando dos más dos son algo
más que cuatro.
Cuando el adverbio aquí
tira de la sisa.
Cuando mi cuerpo se estremece
y no tiene miedo.
El silencio es divino consejero.
Muerte al encadenamiento perpetuo,
vida a la mirada expansiva.
Fecha: 26 de abril de 2025
Autor: Raúl Santos Pajares
Youtube: @Vuelvoamicentro
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